La dimetilformamida (DMF) es un compuesto orgánico que se utiliza como solvente para muchos productos, incluidas lacas, pigmentos y tintes. Conocido como un compuesto orgánico volátil (VOC), DMF puede poner en peligro a los humanos y la vida silvestre, pero la amenaza se considera mínima.

Los estudios muestran que DMF puede reaccionar violentamente o incluso explotar en presencia de oxidantes tales como permanganato de potasio, ácido M-cloro-peroxbenzoico y trióxido de cromo.

N, N-dimetilformamida (DMF) se usa ampliamente como un disolvente, conocido como disolvente universal, debido a sus propiedades físicas únicas, que pueden disolver la mayoría de las materias orgánicas y muchos tipos de materia inorgánica.